martes, 18 de junio de 2013

ME EXTRANJERO

Parecían ser las 7 de la noche Paul aún no lo tenía muy claro, acababa de bajar de un vuelo de horas; lo que si estaba fijo en su mente era el hecho de que acababa de llegar a Colombia, más específicamente a Bogotá. Su espíritu aventurero lo motivaba a vivir esta nueva historia.

De Colombia no sabía mucho, más allá de su imaginario sobre un país en el que se consume buena droga, la gente parece estar loca y, según sus amigos, siempre hay que estar prevenido en caso de robo.
Fuente: tonterías.com

Llegar a la 26 y encontrarse con un aeropuerto vuelto pedazos y no saber cómo dirigirse al lugar que sería su hogar durante los siguientes 2 meses no era algo que le preocupara, así que decidió coger un bus que decía según su perfecto español: “CHA - PI –NE –RRO.

Al abordar el bus se le vino a la mente el hecho de que en Bogotá hay que estar prevenido en caso de robo, se imaginaba escenas de cómo roban a la gente algo así como: “Hands up, This is an assault”. Escena que en el contexto colombiano sería algo así como: “Arriba las manos, bájese de lo que tiene”.

Se sentó al lado de una señora queno parecía tener ninguna importancia, salvo por la historia que le contaría, al cabo de unos minutos empezaron a hablar, ella era profesora de una universidad.

Con el poco español que tenía Paul, le preguntó a aquella profe el tema de los asaltos y cómo ella como colombiana lo asumía. Ella se echó a reír cuando Paul le contó la escena peliculesca que se había montado sobre el posible robo a mano armada que había imaginado minutos antes en el bus en el que iban.

Le explicó que los robos de esa descripción no es algo muy común, que Colombia es un país que va más allá de la gente loca que no se entiende, que se trata más bien de salir adelante y no regalar horas enteras de la vida a sucesos que no valen la pena, que ella ha escuchado casos como el que le describía el gringo (que no era gringo, sino australiano).

Casualmente, le contó un hecho que nunca en su vida le había pasado. Se trataba de la nueva modalidad de robo o intento que ronda por estos días en Bogotá. Resulta que hacía una semana cuando salía de una reunión laboral, se montó en un bus en la 26 con U. Nacional, y camino a su casa se sentó al lado de un muchacho de unos 27 años.

Él comenzó a hablarle, le dijo que era caleño, que no conocía la ciudad, que tenía que dirigirse al centro y no sabía cómo llegar. Ella con su instinto de madre le explicaba cómo llegar y le enfatizaba en que tuviera cuidado porque:“eso por allá en el centro era muy peligroso”.

Al cabo de unos minutos, el muchacho le dijo que en realidad él no era de Cali y que los compañeros con quien se subió al bus estaban “asaltando discretamente” a los demás pasajeros.

-Mire señora usted me cayó como bien, muéstreme qué tiene en el bolso.
Al revisar se dio cuenta de que no llevaba pertenencias importantes y que solo contaba con $5.000 y un celular que no valía la pena.

-    ¡Ay no! más bien haga lo siguiente: no mire para atrás ni a los otros pasajeros, haga de cuenta como si la hubiera robado de verdad, usted me cayó bien, pero cuídese de gente como yo.


Paul al escuchar la historia de la profe quedó impresionado y con ganas de saber más de las condiciones y de la realidad de un colombiano. En su mente sería un revuelto de gente como la profe: generosa, honesta y trabajadora y gente como el caleño: están en la juega.

Se encontraba en la 56 con CHA – PI – NE – RRO. Se bajó del bus y al ver a su amigo Nick que sería nuevamente su cómplice de aventuras esta vez en Colombia, se dirigieron al apartamento.


Mientras le contaba dos situaciones que le habían llamado la atención en el autobús. La primera era que cuando un pasajero se subió al bus, pagó su tiquete y luego le preguntó al conductor que: “las vueltas”. Paul se preguntaba ¿pero cuáles vueltas? ¿Será que el señor se pondrá a girar en su eje? ¿Será que el bus empezará a dar muchas vueltas? ¿A qué se referirá con eso de “las vueltas”? ¿Qué sentido tiene eso de “las vueltas"?
 Al cabo de 30 segundos comprendió que “las vueltas” dícese del cambio en efectivo del pasaje pagado. Nick al escuchar ese episodio solo se reía exageradamente de la situación. 


El segundo asunto era la historia de la profe, le contaba a Nick la reflexión a la que había llegado y era precisamente el hecho de cómo ahora tan civilizadamente robaban a la gente.
Al llegar al apartamento, Nick le presentó al que sería su parche de los siguientes meses se trataba de Malcolm, Mike, Ellie y Catalina. Catalina era la chica que le había llamado la atención; justamente ese era otro de los propósitos de conocer la real Colombia y su cuota femenina. Paul solo pensaba en que ella tendría que ser su acompañante en sus viajes por Bogotá y por que no, por el país.